Clásica Lagos de Covadonga 2014

[Raoldaen]

Muy buenas, mañana miércoles 26 de febrero está previsto que se abran las inscripciones para la próxima Clásica Lagos de Covadonga 2014, otro de mis objetivos para este año. Entre ésta y la Miguel Induráin del 29 dejunio completaré un primer semestre del año muy interesante de ciclos. Éste es el link de la página web donde podréis encontrar toda la información relativa a la prueba: http://www.cctnavastur.es/

Se celebrará el sábado 14 de junio, una semana antes de la QH. El periodo de inscripciones se cerrará el próximo 30 de mayo o cuando se cubra el cupo de 4000 inscritos, lo que ocurra antes. Otros años el máximo de plazas era 3400 y se cubrieron en muy poco tiempo, no suelen llegar a la fecha de cierre.

Como todos los veranos me voy de vacaciones a Asturias a ver a la familia, este año aprovecharé la segunda quincena de junio. Así que después de la Clásica Lagos de Covadonga me quedaré dos semanas por allí para preparar la Miguel Induráin. Por ello, propongo al que quiera o pueda ir a Asturias a la Clásica de los Lagos quedarse unos 3 ó 4 días más en los alrededores de Mieres, donde vive mi familia, para conocer la zona. También puede ser ir 3 ó 4 días en cualquier momento de esas dos semanas y dedicar un día para ir a los Lagos. Haríamos unas etapas muy chulas por allí conociendo puertos míticos, yo haría de guía. Hasta hace poco estuve mirando casas rurales u hoteles donde los precios por persona y noche eran de unos 25-30€. Ya se que después hay que añadir el billete de avión, llevar la bici, la comida, etc., pero bueno, ahí queda mi propuesta, yo estaré allí esas dos semanas y haré mis etapas. Quien quiera ir que contacte conmigo, yo le ayudaría en la organización.

Un saludo,
Ramiro

[Raoldaen]

Ya estoy inscrito!!! Dorsal número 16!!! Esto marcha

[Raoldaen]

Bueno, ya se que han pasado varias semanas desde esta ciclo, pero hasta hace poco no había tenido mucho tiempo para poder hacer una crónica en condiciones de los Lagos y he aprovechado estos días para ir redactándola poco a poco. La Clásica de los Lagos es una gran prueba ciclodeportiva que me gustaría repetir en el futuro. He disfrutado muchísimo. Recomendable al 100%.

De Mallorca en Bici nos citamos Marcos y yo. En Cangas de Onís a las 9:00 estaba prevista la salida y aproximadamente a las 8:30 pasadas ya estábamos colocados para emprender la marcha. Teníamos a un montón de gente por delante y otro montón de gente por detrás. En total estábamos inscritos 4000 personas. El ambiente era impresionante. El día, climatológicamente hablando, también acompañaba, aunque tiraba un fresquito mañanero bastante guapo, pero ya sabíamos que las previsiones eran buenas y no tendríamos lluvia a lo largo del día.

Marcos y yo decidimos salir en manga corta, de verano total, ya que preveíamos que en muy pocos metros entraríamos en calor y cualquier trapito de más sobraría. Sin embargo, en los Lagos seguramente haría más frío y la organización había dispuesto un servicio para dejar mochilas preparadas con ropa, que subirían a los Lagos, para aquellos que pudieran necesitarla en la bajada y vuelta a Cangas de Onís. La ciclo terminaba en los Lagos, después de 110 km de prueba duros e intensos, pero había que volver a Cangas de Onís, a unos 20 km de la llegada, donde teníamos todo lo que había montado la organización, aparte de la familia, claro. Marcos hizo uso de este servicio, pero yo no y me arriesgué a pasar un poco de frío y la verdad que hacía rasca en los Lagos, pero bueno, duró poco, bajamos rápidamente.

Aproximadamente a las 9:08 pasamos por la línea de salida y tal como preveíamos, el inicio fue fulgurante, a tope desde el principio. Seguramente la corta distancia de la prueba animaba a la gente para darle a muerte. Y nosotros no fuimos menos, así que, a pesar de haber salido bastante retrasados, comenzamos con la remontada. Los primeros 25 km hasta Ribadesella eran favorables, siempre por la carretera paralelos al río Sella, una vez pasado Arriondas. Íbamos saltando de un grupo a otro, unas veces tiraba Marcos y yo a rueda y otras veces al revés. Una vez alcanzado un nuevo grupo descansábamos un rato y a empezar de nuevo. A medida que pasaban los kilómetros se hacía más difícil, ya que íbamos forzando bastante la máquina. En esto vimos un grupito que nos adelantó donde tiraban cuatro ciclistas del mismo equipo. Marcos y yo nos pusimos a rueda. El ritmo era alto pero a rueda se iba de lujo.

A poco de llegar a Ribadesella, yendo por el centro de la carretera, hubo un frenazo muy brusco debido a unos coches que venían en sentido contrario y hago el afilador con la rueda trasera del que me precedía. Fueron centésimas de segundo que me parecieron una eternidad, pero inevitablemente di con mis huesos en el asfalto. Caí sobre mi lado derecho, pero no me hice nada grave, sólo un quemazo en codo, cadera y rodilla, poca cosa para lo que podría haber sido ya que íbamos a unos 40 por hora. Lo bueno fue que la bici estaba intacta, únicamente el sillín que se había elevado un poco en su parte delantera. Así como caí me levanté, le di un golpe al sillín para equilibrarlo y en marcha de nuevo. Marcos iba a mi rueda y se salvó de caer ya que yo me había ido hacia la izquierda. Los coches iban muy despacio y pararon al ver la caída. Peor suerte corrieron otros ciclistas situados a nuestra derecha. Por el frenazo hubo montonera y se cayeron unos cinco o seis. Algunos seguían en suelo tirados una vez nos pusimos en marcha. Gracias a Marcos por esperarme.

Llegamos a Ribadesella después de 25 km de prueba a una media de 39,6 km/h, según Strava. Allí giramos hacia la derecha para coger una carretera que discurría paralela a la costa hasta aproximadamente el kilómetro 50 donde giramos de nuevo hacia la derecha para afrontar el interior asturiano y sus montañas, pasar por el primer avituallamiento y seguidamente comenzar el primer puerto de la jornada, el Alto de la Tornería (km. 59).

Desde Ribadesella hasta el km 50 la carretera fue completamente distinta, nos encontrábamos constantemente con repechos, unos más duros que otros, pero la tónica fue la misma hasta el primer avituallamiento, a tope pasando de un grupo a otro. Eso sí, aquí se hizo muy duro debido a los continuos repechos. Seguir rueda no tenía sentido, cada uno iba a su ritmo. Marcos y yo hicimos equipo y unas veces tiraba él y otras yo. Llegamos aproximadamente al km 50 a una media de 34 km/h, según Strava.

Paramos en el avituallamiento para reponer líquido y comer algo. La verdad que estaba bastante bien montado, aunque era un poco caótico por la cantidad de gente. Debimos estar unos diez minutos aproximadamente hasta que reemprendimos la marcha. Una vez encima de la bicicleta empezamos a afrontar las primeras cuestas de la Tornería, un puerto de unos 7 km con los 4,5 primeros bastante suaves con rampas que no pasaban del 6% y con los 2,5 finales terribles por encima del 10% de media. La subida discurría por una carretera muy estrecha que serpenteaba por la montaña enmarcada en unos parajes preciosos. Nos lo tomamos tranquilo al principio guardando en previsión de lo que quedaba. No obstante no parábamos de adelantar a gente. En los kilómetros finales, justo en lo más difícil de la subida, Marcos decidió darle alegría al cuerpo y se puso a tirar a tope hasta la cima y yo a su rueda, esquivando a todos los ciclistas que íbamos pasando. Mucho gas en MEB.

La bajada era peligrosa y me la tomé con mucho cuidado. A la estrechez de la carretera había que añadirle las curvas y el mal estado del asfalto en algunas zonas. Marcos se desenvolvía mucho mejor en la bajada y cogió unos metros por delante que me sirvieron para tomármelos como referencia a la hora de tomar las curvas. Una vez abajo, nos incorporamos a una carretera en mucho mejor estado y más ancha donde iniciamos el segundo puerto de la jornada, el Alto de la Robellada (km. 75). Este puerto es bastante suave en sus poco más de seis kilómetros de ascensión, que no llega al 5% de pendiente media. No tuvimos ningún problema en subirlo a buen ritmo, pero justo en el último kilómetro para la cima estaba colocado el segundo avituallamiento de la jornada. Éste sí que fue aún más caótico, ya que el espacio era muy pequeño para tantos ciclistas. Así como pudimos Marcos y yo nos separamos y fuimos en busca de bebida y comida. Pasábamos literalmente unos por encima de otros con la bicis ya que no había sitio físico donde dejarlas. Debimos estar un cuarto de hora antes de volver a ponernos en marcha. Hubo un momento que no sabía donde andaba Marcos, lo había perdido de vista, pero al cabo de un rato apareció. Lo pasé mal al cargar con la bici en una mano y en la otra una lata, comida, y además apartar a la gente y a las bicis para pasar. Al final reemprendimos la marcha, eso sí, cuesta arriba, lo cual le dio un toque emocionante al tema.

La bajada fue muy rápida y cómoda. Ya en la parte baja sabíamos que nos quedaban muy pocos kilómetros para el desvío a Covadonga, así que nos mantuvimos a rueda en un grupo grande para recuperar en lo posible, ya que se avecinaba todo un puerto de categoría especial. Íbamos de lujo por la carretera principal que se dirigía de vuelta a Cangas de Onís, cuando a falta de unos 4 kilómetros para llegar al pueblo donde iniciamos la prueba, giramos a la izquierda y tomamos dirección Covadonga para enfilar los últimos 18 kilómetros de la Clásica. Los primeros 5 kilómetros son muy suaves, típica carretera que pica hacia arriba con pendientes que no pasan del 2%. Al principio seguíamos en el grupo, pero al cabo de un rato decidimos incrementar la velocidad, íbamos demasiado cómodos. Había que darle más gas. El asfalto está bastante mal en esta zona, la bici botaba mucho. El sexto y último kilómetro antes de llegar a la Basílica de Covadonga se situa un pelín por encima del 4%. Poco antes de llegar a la rotonda donde cogeríamos el desvío hacia la izquierda para iniciar los 12 kilómetros de ascensión a los Lagos estaba situado el último avituallamiento líquido. Tras unas pequeñas dudas de Marcos para repostar agua que pudiera necesitar en la ascensión, decidimos no parar, yo tenía agua de sobra y él también tenía algo y como habíamos quedado en subir juntos, en caso de necesitar más yo le daría. Hacía sol, pero la temperatura no era calurosa y a medida que subiéramos haría más frío. No nos equivocamos, al final hasta nos sobró agua.

Iniciamos la subida sabiendo que los primeros 9 kilómetros de ascensión iban a ser durísimos, ya que tienen practicamente el 9% de media. En el primer kilómetro cogimos un buen ritmo que luego se nos antojó un poco ambicioso cuando llegamos a rampas continuas del 9 al 12%. Así que poco a poco y con buena letra, que teníamos por delante una ascensión de una hora. Pasaban los metros muy lentamente. No sólo la pendiente influía sino también la fatiga, consecuencia de pegarnos fuego todo el tiempo y que teníamos acumulada hasta ese momento. Subíamos a 8-10 km/h y en algún pequeño momento a 11 ó 12 km/h como mucho. Esos primeros kilómetros transcurren por una zona muy bonita donde hay muchos árboles, lo cual hacía dura la subida ante la escasez de referencias. En ese momento fue cuando comenzamos a ver los primeros ciclistas que bajaban por el lado izquierdo, ciclistas que ya habían coronado y que se volvían a Cangas de Onís. Desde ahí hasta arriba habría que ir con mucho cuidado por el lado derecho debido el continuo e incesante goteo de ciclistas que bajaban. Ya habíamos comenzado el kilómetro 6 de ascensión cuando dejamos de ver árboles y un cartel nos anunciaba la Huesera. Todo quedaba a la vista, podíamos vislumbrar y flipar, de paso, con la subida que teníamos delante, todo un kilómetro donde la pendiente oscilaría constantemente entre el 10 y 15%, y donde alguna rampa llegaría al 17% y al 18%. Y menuda curva que se veía a lo lejos, mentalmente se hizo muy duro. Íbamos muy despacio, apenas pasábamos de 8 km/h. Se hizo eterno. Por fin llegamos a la curva y pudimos contemplar la impresionante imagen de lo que acabábamos de subir. Giramos de nuevo y literalmente nos hundimos al ver otra rampa impresionante dibujando una curva en la montaña. Las piernas pesaban mucho, el esfuerzo continuo de estas rampas y de toda la etapa pasaba factura, pero había que seguir hacia arriba como fuera, con todo. Yo iba relativamente bien con mi 34x28, aunque me hubiera venido bien un 30, pero a Marcos el 36x28 se le hacía muy duro.

Poco a poco nos metimos en el kilómetro 8 de ascensión y pudimos disfrutar de 400 metros al 1%, qué delicia. Eso sí, el resto de ese kilómetro estaba al 12%. Fue pasar esta zona de descanso y entrar en la zona del Mirador de la Reina con rampas de hasta el 14%. Qué duro. Luego la pendiente se suavizaba un poco. Acabamos completando los 9 km de subida cuando tuvimos la primera de las dos bajadas antes de llegar al Lago Enol. Esta primera bajada de unos 500 metros fue una delicia, pero a medida que bajábamos veíamos cómo se acercaba la siguiente rampa, un kilómetro al 10% de media. Qué dolor en las piernas. Pero con paciencia y esfuerzo superamos este tramo para afrontar otro mucho más suave que acabaría con la segunda y última bajada de la ascensión, unos 500 metros que nos llevarían hacia el Lago Enol. La meta ya estaba muy cerca. En vez de seguir recto hacia el Lago Ercina, a un kilómetro de distancia en subida tendida, giramos a la izquierda bajando hacia el parking donde suelen colocar la meta de la etapa de los Lagos en la Vuelta a España. Pero en el parking no nos metimos en un principio, seguimos recto por una subida corta de unos 300 metros que nos conduciría hacia la meta. Con la inercia que llevábamos de la bajada nos hicimos esta subida a plato y esprintando hasta lo que diera el cuerpo. Llegamos a meta y sin parar dimos la vuelta para bajar por el lado derecho de la carretera por donde acabábamos de subir y dirigirnos de esta forma al parking que estaba atestado de gente por todas partes. Allí pudimos comer y beber algo y descansar un momento, Marcos recogió la ropa de abrigo que le había subido la organización y a mi me dio la bolsa para meterla en el maillot con el fin de que me quitara algo de aire en la bajada. Con la emoción de llegar a meta y de haber superado ese tremendo puerto, no tenía nada de frío, pero al cabo de un rato empecé a sentirlo. Sin más dilaciones, después de sacarnos una foto, reemprendemos la marcha de vuelta a Cangas de Onís. Lo peor de todo fueron las bajadas de la ascensión que al volver se convirtieron en subidas muy pestosas con tramos al 12%. La bajada nos la tomamos muy tranquilos pues había mucha gente que seguía subiendo. Una vez en la arboleda ya no hacía tanto frío. Pasamos por Covadonga y notaba las piernas duras a la hora de pedalear. Desde allí hasta Cangas de Onís a relevos y por momentos no fuimos tan tranquilos. Llegamos a Cangas con ganas de una ducha y una buena comida. Al final haríamos en total unos 130 km, pero lo que fue la Clásica de los Lagos, 110 km a unos 26 km/h de media.

Un saludo,
Ramiro

[cmscharly]

Fantástica crónica Ramiro!!!...Enhorabuena por tan fantástica vuelta y por la memória tan asombrosa que tienes!!!...Un abrazo enorme para tí y para nuestro gran compañero de salidas Marcos, que esperamos se recupere pronto...

Charly!!

[Mofly]

Impresionante crónica Ramiro. Deben ser brutales aquellos puertos, metidos en una ciclo aun más.

Chapeau por los dos!!!

[manu74]

Como siempre en la misma línea Ramiro, fantástica crónica, solo con leerla se puede dar uno cuenta de la dureza de dicha prueba.
Chapeau por los dos... Marcos ha recuperarte pronto!!!
_________________
Un saludo
MANU

[RaulM]

Que envídia (sana) me ha ddoa tu crónica Ramiro...

Habrá que estudiar ir algún año... a ver si nos organizamos!
_________________
Raúl Márquez
https://www.strava.com/athletes/rmrquezrodrguez' target=_blank>STRAVA

[xton]

Menuda crónica Ramiro... impresionante... ha tenido que ser duro "de cojones" , si señor...¡enhorabuena a ambos!

[amedias]

Enhorabuena a los 2, subir esos porcentajes kilometros enteros debe ser brutal para el cuerpo, pero la recompensa de llegar a meta debe ser mejor, una envidia.

[mordecai]

[Raoldaen]

Exactamente mordecai, a esa impresionante curva me refería yo. Menos mal que después hay un pequeño descansillo porque esa rampa termina por destrozarte las piernas, jejeje. Pues una pena que no nos hayamos saludado. A ver si coincidimos en alguna etapa por Mallorca

Un saludo,
Ramiro

[morcuera]

Felicidades a los dos, menuda ciclo y fenomenal relato. El puerto lo he subido tres veces y me encanta, pero subirlo en competición tiene que ser la leche.
_________________
Un saludo
Jose

[mikelkas]

Vaya cracks que sois enhorabuena por esas ciclos. Un saludo
mikel

[correcaminos]

Por fin he tenido tiempo para leer la crónica relajadamente y mentalizando cada detalle, según los vas narrando. Es impresionante, yo siempre he tenido ganas de hacer esta prueba, más que la Quebranta. Como bien dice Raúl más arriba, a ver si nos organizamos y la incluimos en el calendario del próximo año, sería A C O J O N A N T E.

Enhorabuena a los dos por la gesta. Ahora a esperar que Marcos se recupere rápidamente que ya se le echa de menos.

Un saludo.
_________________
correcaminos Bip Bip!